Alguien podría pensar que es parecido a los fuegos artificiales que se ponen en el cielo para llamar la atención, sin embargo, lector, no hablamos de ninguna feria. También que podría ser como una banda cruzando la ciudad, sin embargo, lector, tampoco se trata de ningún espectáculo. Porque este blog, lector, es solo la consecuencia de los muchos documentos y nuevos datos que desde ahora pueden hallarse con facilidad sobre el autor de Vox horrísona. Esto es debido a que ha sido puesto ya en circulación La armonía de H. Vida y poesía de Luis Hernández Camarero: biografía en la que podrá enterarse sobre la vida del poeta de 1941 a 1977, y asimismo hallará una copiosa cantidad de fotos y poemas inéditos; todo lo cual es producto de los casi cuatro años de investigación continua que ahora se puede hallar reunido un solo lugar, ergo, en un libro.
Así, pues, este blog es consecuencia de la investigación que se realizó para escribir La armonía de H. Vida y poesía de Luis Hernández Camarero; en ese sentido pone a disposición información que si bien no fue editada en aquellas páginas de la manera que la encontrará aquí, forman parte consustancial del camino que se recorrió para llegar a hacerlas. ¿Por qué también colocar esta información en Internet y no dejarla como una línea más en la bibliografía de La armonía de H?
Una biografía se escribe por múltiples motivos: hay las que buscan husmear en la vida íntima de una persona para luego hacer morbo de ello y ganar dinero, hay las que intentan desenmascarar a un personaje y así mostrar «los rostros del mal», hay las que sirven a un autor para decir «yo lo conocí» y figurar; etcétera, porque también hay las que persiguen, entre otros, informarse sobre una persona para dar luces a la obra que dejó aquél al cabo de un determinado periodo. Este es el caso de La armonía de H. Y estando ya hecha esa labor -la cual implica haberse enterado en la medida de lo posible qué leyó LH o cuándo escribió qué- a través de este blog, ahora, se puede poner en circulación cierta información que necesita ir generalizándose poco a poco y que puede ayudar tanto a un mejor acercamiento a la obra de Luis Hernández Camarero, como también a mejorar el debate sobre ella. Aún hoy en día, a más de 30 años de su muerte, existe información equivoca respecto a la obra de LH que se repite una y otra vez y así se puede hallar con facilidad que «un día decidió no publicar más» cuando lo cierto es que de 1966 a 1976 se pueden encontrar varias revistas, antologías y diarios en donde Hernández editó sus versos.
Temas de esa naturaleza son los que se abordan en los posts de este blog ―que ojo es sobre La armonía de H, no respecto al autor de dicho libro―. Aportes informativos, muy puntuales sí, pero que quizá levanten en la mente del lector preguntas como estas: «¿si estos fragmentos ya muestran una inmensa obra, cuánto más hizo Luis Hernández Camarero, qué es entonces Vox horrísona, cuándo empezó a escribir, quién fue realmente éste poeta?». Llevar pues cierta información al lector ya enterado sobre Hernández y al que no, es el objetivo de este blog. Alternativamente, también es un espacio de diálogo para los lectores del poeta así como para los se acerquen a las páginas de La armonía de H. Es así que el futuro, lector, podrá hallar links en la parte inferior de este post que le referirán algún dato de interés si el apareciese.
En una parte de Para que el mar sea la mar, prólogo de La armonía de H. Vida y poesía de Luis Hernández Camarero, Ronaldo Menéndez ha escrito:
Su autor comienza diciendo [tras haber apuntado que por aquel mar navegaba Luis Hernández «para ver Lima al revés»]: «Esta tarde camino frente a aquel mar antiguo que baña la ciudad de Lima. Voy a casa de Elena Domingo». Desde este instante del libro sentí que lo más interesante y ambicioso de sus páginas es ya no tanto hablar de lo que Luis Hernández fue, sino, sobre todo, de lo que Luis Hernández es. La memoria no es un registro fijo, sino una interpretación del pasado fabricada con la cambiante sustancia del presente. Pasa lo mismo que con mirar las estrellas, donde estamos observando el titilar de hace miles de años y no del instante presente en que estamos parados. La luz de entonces se hace presente como si estuviera viva. La armonía de H, desde sus primeras notas, nos da el presente titilante de esa estrella que fue Luis Hernández, mediante la coartada de una biografía. La prueba elemental de esto es que con la lectura de cada página del libro, en lugar de asomarnos a una vida pasada, tenemos la sensación de asistir a una suerte de odisea presente donde avanzamos misteriosamente vinculados a Luis Hernández. Rafael nos lleva de la mano con paso seguro y no solo nos asomamos a lo que fue, sino que vamos asistiendo al milagro compartido de ver una suerte de nacimiento.
Quizá, pues, ahora, no solo hablemos de lo que Luis Hernández fue, sino sobre todo, de lo que todavía su obra es. Lector: queda aún mucho que observar bajo el sol...